Para entender todo lo que conlleva el
mundo de la radio, primero hay que saber cómo se propaga su
principal componente: el sonido.
Ante todo hay que saber que el sonido
es una vibración y que se puede dar en cualquier medio material,
sólido, líquido o gaseoso (en este caso el aire). Y como cada medio
es diferente, su propagación también lo es: cuanto más denso sea
el medio, más rápido se propagará el sonido. Y, por lo tanto, si
no hay densidad no hay vibración.
Las ondas sonoras son esféricas puesto que el sonido se expande hacia todas las direcciones.
Como todas las ondas, las sonoras pueden reflejarse, refractarse y difractarse. Es por ello que podemos oir, por ejemplo, el eco en una cueva.
La amplitud sonora es la distancia máxima que alcanza el sonido desde el punto de origen. Está relacionada con la intensidad sonora, a menos amplitud menos intensidad y a mayor amplitud mayor intensidad.
La frecuencia es el número de ciclos, ondas completas en una unidad de tiempo determinado. Las frecuencias bajas las asociamos con los sonidos graves, que son aquellos con las vibraciones mas lentas.Lo contrario ocurre con las frecuencias altas, relacionadas con los sonidos agudos, es decir aquellos con las vibraciones más lentas.
La longitud de onda indica el tamaño de una onda, distancia entre el principio y el final de una onda completa.
Está directamente relacionada con la frecuencia de la onda ya que son inversamente proporcionales: a mayor frecuencia menor longitud de onda y viceversa.
Con estas nociones básicas en cuanto a la propagación de las ondas sonoras partiremos hacia un conocimiento mayor del mundo radiofónico.
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